Nancy Guerra

El liderazgo requiere objetivos claros

Nancy Guerra

Independientemente de tu estilo de liderazgo, el tamaño de tu equipo de trabajo, si trabajas para un corporativo o si diriges una red de mercadeo, hay una realidad que es importante comprender:  El liderazgo requiere objetivos claros.

Se requiere de habilidad más que de experiencia para lograr establecer objetivos alineados a la visión de la empresa que puedan ser ejecutados por el líder y por el equipo de colaboradores de manera efectiva.

La razón por la que los líderes establecen objetivos claros:

Definitivamente, como líder siempre estás al tanto de las metas establecidas por la empresa para comunicarlas a tu equipo de trabajo y así lograrlas en tiempo y forma.

Pero los objetivos que se proponen cómo equipo de trabajo tienen una razón más poderosa: Mantener un nivel alto de desempeño en el equipo.

Estas son algunos beneficios de establecer objetivos:

  1. Enfoque y priorización: Tener una meta a donde llegar te da a ti y a tu equipo un panorama claro. Los mantiene concentrados en las actividades que realmente los llevarán a donde se han propuesto, les ayuda a priorizar y evaluar cada una de sus acciones para determinar si son en pro o en contra del objetivo final.
  2. Apoya la motivación: No hay algo más satisfactorio en el ámbito laboral que ir cumpliendo en tiempo y forma con el deber. Por eso es crucial en la labor de un líder mantener la motivación del equipo mediante el establecimiento de objetivos de menor y mayor complejidad. Cada logro refuerza la seguridad de que se hace lo correcto además de fomentar así el descubrimiento de talento dentro del equipo.
  3. Estrecha los lazos del equipo: El equipo que trabaja por un solo objetivo se vuelve empático y busca apoyar en la medida de sus talentos porque al final todos desean participar del reconocimiento de haber logrado la meta. 
  4. Más datos relevantes: al tener una meta establecida, puedes medir los resultados, por tanto obtendrás información para realizar un análisis detallado de la eficiencia de las tareas que se han realizado para tomarlas en cuenta en los futuros objetivos.
  5. Potencia el desarrollo del talento: Si cómo líder tienes bien definidos los objetivos para tu equipo, te será más fácil identificar a los colaboradores con mejor actitud para el trabajo, mayor liderazgo y mejores resultados. A ellos puedes irlos desarrollando en el trayecto para que puedan progresar o escalar en la empresa.
Foto de Yan Krukov en Pexels

El momento de los resultados:

Es de vital importancia cerrar el ciclo de implementación de estrategias para el logro de objetivos con las siguientes acciones:

  1. Comunicar: Compartir con tu equipo los resultados, se haya logrado o no la meta es altamente relevante para la transparencia del proceso. Ellos deben estar enterados de lo que sucedió porque será la única forma en que se involucren en hacer un análisis objetivo de lo sucedido para aprender lo que sea de beneficio y descartar lo que no haya funcionado de manera óptima.
  2. Reconocer: Nunca alguien ha funcionado con regaños y reproches por lo tanto, independientemente del resultado obtenido, debe reconocerse el trabajo que los colaboradores hicieron. Si el resultado es favorecedor es muy sencillo festejar y agradecer. El verdadero reto para el líder es felicitar y reforzar el compromiso de todos cuando no se ha llegado a la meta. 
  3. Analizar y evaluar: Observa de manera objetiva las acciones que fueron acertadas y las que no aportaron o ralentizaron el proceso. Determina cómo puedes mejorarlas y si los roles que se establecieron fueron los adecuados, todo ello en pro de la mejora continua.
  4. Proponer: Así cómo se involucra al equipo en la toma de acciones precisas para llegar a la meta, es importante que también se le tome en cuenta para proponer mejoras. Nadie mejor para hacer propuestas en las tareas que aquel que las ejecutó.

El liderazgo requiere objetivos claros

El establecimiento de objetivos es un proceso vivo que requiere constante evaluación y si es necesario re direccionamiento. En la medida que vayas entrenando a tu equipo puedes incrementar la complejidad de las tareas hasta que se convierta en la forma de ejecución más efectiva. Recuerda siempre establecer objetivos que si se puedan cumplir para elevar el sentido de logro de tu equipo y el propio.

Terminaré con una fábula japonesa de autor desconocido que me parece un ejemplo claro de cómo trabajar en equipo por un mismo objetivo mantiene el desempeño en un nivel óptimo.

Fábula de los Peces y el Tiburón

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes para ir mar adentro.

Mientras más lejos iban los pescadores más era el tiempo que les tomaba regresar a entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. Para resolver esta situación, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores.

Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco, y no les gustaba el congelado. Por lo tanto, este se tenía que vender más barato.

Las compañías instalaron entonces en los barcos tanques para los peces. Así podían pescar los peces, meterlos en los tanques y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa.

Pero después de un tiempo los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque vivos. Los consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor, porque cuando los peces dejan de moverse por días pierden el sabor fresco…

¿Cómo resolvieron esta situación las compañías japonesas? ¿Cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco?

Para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los botes, ¡pero ahora ponen también un tiburón pequeño!…

Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos. ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!

¿Cómo aplicarías esta fábula a tu equipo de trabajo?

Artículos
Relacionados