Empiezas con todo el entusiasmo y tienes todas las herramientas necesarias pero no logras lo que te propusiste, parece mucho esfuerzo con pocos resultados, esto te desmotiva y vas perdiendo el camino hasta que terminas por abandonar porque no es posible lograrlo sin saber que hay 7 errores al plantear tus objetivos que puedes corregir fácilmente.
Estos son los 7 errores más frecuentes al plantear tus objetivos
No me cansaré de decirlo: ¡No eres floja! solo que hay errores que no sabías que cometías, ahora yo te diré cuales son para que puedas tomar acción lo antes posible.
1. Plantear objetivos para complacer:
Ver lo que hacen los demás en redes sociales y creer que estás totalmente fuera de onda porque no lo haces tu también, hacer esa dieta que está de moda porque es lo que “se debe hacer”, inscribirte en la carrera universitaria que tanta ilusión tenía tu madre de estudiar y muchas más acciones que haces desde la nobleza de tu corazón pueden no estar alineadas a lo que realmente anhelas.
Toma tu tiempo para hacer introspección y analizar las metas que cubren tus necesidades y no le des cabida al miedo que te genera tomar una decisión que los tuyos no apoyarían. las que te dan gozo y que son viables para ti.
2. Establecer metas poco realistas
“Bajar 10kg en un mes”, “Comprar casa sin un dólar en el banco”, “Tener energía comiendo comida chatarra” y otros sueños que creemos aparecerán por arte de magia se te cruzan por la cabeza.
Por supuesto que todas quisiéramos tener sueldo de director sin mover un dedo, sin embargo conoces tu realidad, tus alcances físicos, económicos y mentales.
Toma estos factores en cuenta al momento de decidir los objetivos que deseas plantearte para que sean viables. Si quieres saber cómo ponerte metas que sí se puedan alcanzar te invito a que des click aquí.
3. Subestimar el factor tiempo
Platicando con una de mis alumnas me decía: “Quiero tener a 100 clientes por semana” si sus sesiones duran una hora por cliente, para que pueda atender esa cantidad necesitaría trabajar más de 14 horas diarias incluyendo sábados y domingos, esto por supuesto que no es sostenible en el tiempo, por lo tanto tendrá que tomar otras medidas para llegar a su meta cómo contratar a alguien que le ayude.
Tomar en cuenta cuanto tiempo te lleva hacer tus actividades es crucial, si no lo haces te verás atrapada en un torbellino de hacer cosas urgentes para terminar sin disfrutar mucho ni estar consciente de lo que haces, o peor aún, te causa frustración porque parece que no tienes la capacidad para lograrlo cuando la verdadera razón es un cálculo desatinado del tiempo que te lleva hacerlo.
4. Querer muchas cosas al mismo tiempo
Cuando determinas lo que deseas lograr es probable que aparezcan muchas opciones, quizá quieres mejorar tus rutinas de ejercicio o mejorar la productividad en tu trabajo pero también quieres viajar y cambiarte de casa.
El problema que surge ahora es que sólo dispones de una cantidad de energía y concentración para lograr una cosa a la vez, por tanto se vuelve muy difícil hacer malabares con 17 objetivos por cumplir y terminas por no lograr ninguno.
Para que puedas optimizar deberás enfocarte en un objetivo a la vez y una vez terminado podrás iniciar con otro. Empieza por tu prioridad y enfoca todos tus recursos a lograrlo.
5. Establecer metas “en negativo”
La manera en la que piensas en tus objetivos determina el éxito que tendrás.
Cuando piensas en: “Ya no quiero trabajar hasta tarde” le das una connotación negativa y se vuelve poco atractivo para el cerebro, se convierte en una carga o en una dificultad, por eso siempre será mejor plantear las metas en positivo, por ejemplo: “Quiero pasar más tiempo con mi familia”.
6. Buscar la perfección
El perfeccionismo es un refugio para evitar enfrentarte a tus miedos. Buscar perfección es el equivalente a que nunca estés lista o en las condiciones necesarias para tomar acción.
Si realmente deseas lograr lo que te propones, olvida que algo saldrá perfecto especialmente las primeras veces y en lugar de eso, valora lo que sí has logrado y los pasos, por muy pequeños que sean, que has logrado dar en pro de tu objetivo.
7. No incluir a la felicidad
Si bien es muy positivo plantear metas que te hagan crecer a nivel profesional y que te brindan una satisfacción laboral, por favor no olvides fijar objetivos que te den gozo a nivel personal.
Haz algo que te haga feliz, que te de un sentido de evolución y que te mantenga en un estado de ánimo que te motive a alcanzar la siguiente meta.
Al final del día, nada vale la pena si no tienes un profundo sentido de satisfacción personal por haber logrado algo que tanto deseas.
¿Estás lista para plantear objetivos que sí cumplirás?